miércoles, 12 de diciembre de 2012

La Hija del Caníbal


La mayor revelación que he tenido en mi vida comenzó con la contemplación de la
puerta batiente de unos urinarios. He observado que la realidad tiende a manifestarse
así, insensanta, inconcebilble y paradójica, de manera que a menudo de lo grosero

nace lo sublime; del horror, la belleza, y de lo trascendental, la idiotez más completa.


Rosa Montero

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